Al final del verano, el apareamiento de la abeja reina llega a su fin y entonces los zánganos ya no son relevantes para la colmena, son expulsados de la colmena por las abejas obreras y también arrastrados fuera. Los zánganos dependen de la colmena y ya no obtienen alimento, mueren de hambre frente al agujero de entrada. Esto se asemeja a un campo de batalla, de ahí el nombre de la batalla de zánganos.